Alimentos vegetales menos
nutritivos por culpa del auge del CO2 en la atmósfera
Por primera vez, un experimento de campo ha demostrado que niveles elevados de dióxido de carbono (CO2) son capaces de inhibir en vegetales la asimilación de nitratos en proteínas, lo cual indica que la calidad nutricional de los cultivos agrícolas alimentarios está en riesgo si aumenta la cantidad de CO2 emitido a la atmósfera por actividades humanas.
Diversas explicaciones para este declive se habían
propuesto anteriormente, pero el nuevo estudio realizado por el equipo de
Arnold Bloom, profesor en el departamento de ciencias vegetales de la
Universidad de California en la ciudad estadounidense de Davis, es el primero
en demostrar que una concentración elevada de dióxido de carbono inhibe la
conversión de nitratos en proteínas en un cultivo plantado en un campo
agrícola.
La asimilación, o procesamiento, del nitrógeno,
desempeña un papel clave en el crecimiento y la productividad de la planta. En
los cultivos alimentarios es especialmente importante debido a que las plantas
usan el nitrógeno para producir proteínas que son vitales para la nutrición
humana. El trigo, en particular, el cultivo con el que se ha realizado este
experimento revelador, aporta casi la cuarta parte de toda la proteína de la
dieta global humana.
Según estimaciones previas, las concentraciones de
proteínas en los granos de trigo, arroz y cebada, así como en el tubérculo de
la planta de la patata o papa, disminuyen, en promedio, aproximadamente un 8
por ciento cuando hay niveles elevados de dióxido de carbono en la atmósfera.
Cuando esta disminución se tiene en cuenta en el
marco de la respectiva porción de proteína alimentaria que en general la
humanidad obtiene mayormente de unos cuantos cultivos principales, entre ellos
los citados, resulta evidente, como indica Bloom, que la cantidad total de
proteína disponible para el consumo humano puede menguar cerca de un 3 por
ciento si el dióxido de carbono en la atmósfera alcanza las concentraciones
predichas para las próximas décadas.
Aunque una fertilización extra con nitrógeno podría
compensar en parte esta disminución en la calidad nutricional de los alimentos,
también acarrearía algunas consecuencias negativas, incluyendo un aumento de
costos, más filtración de nitratos en las aguas subterráneas, y un incremento
de las emisiones de óxido nitroso, un gas con efecto invernadero.
En el nuevo estudio también han trabajado Martin Burger, de la Universidad de California en Davis, así como Bruce A. Kimball y Paul J. Pinter, del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
Recogido por Adrían Gamarra
Una noticia lamentable que no me asombra mucho, si bien nunca había leído acerca de estudios sobre alimentación, es algo que se veía venir por la excesiva cantidad de CO2 que se emana en la actualidad y que ha hecho que nuestra atmósfera se llene de este producto y hasta tenga un orificio. Por eso, el termino "Comer Sano" ya no es exacto, pero se debería siquiera intentarlo. ¡TENGA MUCHO CUIDADO CON SU ALIMENTACIÓN!
ResponderEliminarEs importante conocer las consecuencias del no cumplir el desarrollo sostenible. La ambición del hombre por el dinero esta haciendo que sus propios alimentos poco a poco lo comiencen a matar. El incremento del CO2 es muy alarmante pero lamentablemente pocos se preocupan por ello. Debemos proteger lo que dejaremos a nuestra futura generación y dejar de ser personas individualistas.
ResponderEliminarCastillo Pecho, David 5ºB