Un paso más en el proyecto hacia un automóvil que corra a mil millas por hora
El reto es muy ambicioso y un sector de la comunidad científica lo
consideró imposible: Lograr llegar a la velocidad de 1.000 millas por hora
(unos 1.600 kilómetros por hora, o Mach 1,3) circulando por tierra en un
automóvil. Por supuesto, tanto el singular automóvil supersónico como la pista
sobre la que deberá correr son especiales.
Lo que el equipo de científicos e ingenieros del proyecto BLOODHOUND
Supersonic Car aprenda o invente para superar este reto tendrá luego
aplicaciones prácticas en muchos campos, pero obviamente si la hazaña principal
se logra, el éxito del proyecto será total y rotundo, no solo batiendo un
récord impensable de velocidad para un vehículo terrestre sino también
alzándose como un ejemplo espectacular de ciencia-ficción convertida en
realidad, y de tenacidad tecnológica para hacer posible lo imposible.
Es evidente que los desafíos aerodinámicos asociados con el desarrollo
de un vehículo terrestre capaz de viajar de forma razonablemente segura hasta
una velocidad tan elevada son grandes. El equipo del proyecto BLOODHOUND SSC ha
tenido que combinar de un modo nunca antes intentado ideas avanzadas de
tecnología tomadas de la ingeniería de los coches de carreras de Fórmula 1, la
del sector aeronáutico, y la del campo astronáutico.
Encabezando el proyecto están Andy Green, actual recordista mundial y
primero que condujo un vehículo supersónico en tierra (en 1997), que será el
piloto del nuevo auto, y Richard Noble, que es el director del proyecto y fue
el recordista anterior a Green.
El automóvil BLOODHOUND SSC mide unos 13 metros y medio de largo. Pesa 7
toneladas y media cuando está lleno de combustible. Su forma aerodinámica le da
el aspecto de un avión supersónico sin alas. Sus dos ruedas frontales van por
dentro, mientras que las dos traseras están montadas por fuera aunque
protegidas por carenados. El control del vehículo recae en el piloto, como en
cualquier coche de carreras. Su propulsión es el resultado de una combinación
sin precedentes entre un motor cohete y el motor a reacción que actualmente se
utiliza en el avión militar Eurofighter Typhoon. Gracias a ello, el automóvil
dispone de una potencia de más de 135.000 caballos de fuerza, más de 6 veces la
potencia de todos los coches juntos sobre la parrilla de salida en una carrera
de Fórmula 1.
Diseñado
y construido en el Reino Unido, el BLOODHOUND SSC incluye componentes aportados
por empresas internacionales, y patrocinios de éstas. Se pondrá a prueba en el 2015 en Verneukpan, una llanura de sal, fruto de un antiguo lago
salino desecado, o salar, que, con el acondicionamiento y revisiones de
seguridad pertinentes, reúne los requisitos necesarios para el ambicioso
intento.
Fuente: NCYT Amazings
Este es un gran avance tecnologia que demuestra hasta donde a podido llegar la ciencia, y lo que nos hace preguntarnos, hasta donde mas podra llegar. Un logro muy importante, pero que dentro de muy pronto sera superado y superado nuevamente.
ResponderEliminarUn tema muy interesante, grandioso avance tecnológico para los amantes de las carreras, y muy importante para el avance de la tecnología, pero como menciono mi compañero, esto sera superado cada vez, y veremos muchas mejoras en el transcurso del tiempo.
ResponderEliminarEste es un gran paso para la tecnología, una propuesta muy interesante, este logro es muy resaltante y estoy segura que la ciencia seguirá avanzando y logrará asombrarnos aún más.
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