Una
paciente holandesa ha sido la primera persona del mundo en recibir una prótesis
completa de cráneo elaborada gracias a una
impresora en 3D y compatible con su organismo.
La
operación se realizó hace unos tres meses en el Hospital Universitario de
Utrecht (Holanda). La joven de 22 años padecía una enfermedad que comprimía
progresivamente su cerebro (su cráneo se había engrosado unos 5 cm) y le
provocaba grandes dolores y afectaba a su vida cotidiana. Para evitar la
progresión del trastorno y que se
viera afectada su capacidad cerebral o se deformara su rostro, un
equipo dirigido por el neurocirujano Bon Verweij
decidió llevar a cabo la técnica pionera.
La
intervención, pionera en su género, duró alrededor de 23 horas.
Los
artífices de la cirugía decidieron esperar a comprobar la evolución de la
paciente antes de hacer pública la operación. Según afirman, la intervención ha
sido un éxito y hoy en día, la paciente ha recuperado las capacidades perdidas
e incluso ha podido reintegrarse en su trabajo.
La
técnica promete ser muy útil en cirugía, subrayan los investigadores, ya que
permite realizar un modelo exacto al original. A través de una resonancia
magnética, se obtiene las dimensiones 'naturales' y con esos parámetros se
imprime en 3D una prótesis que encaja
a la perfección. En este caso se ha utilizado un
plástico especial para uso médico.
Al
contrario que en otras ocasiones -como el maxilar inferior que se implantó a
una octogenaria holandesa- en esta ocasión el implante impreso no es parcial ni
tiene un carácter temporal.
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