viernes, 12 de septiembre de 2014

Gran descubrimiento de la cafeína.


SECUENCIAN EL GENOMA DEL CAFÉ


Un equipo internacional de investigadores secuenció el genoma del café, revelando secretos sobre aromas y sabores de una de las bebidas estimulantes más populares del mundo. Una de las novedades descubiertas por los científicos que estudiaron el ADN de este grano es que lo que le gusta a la gente de ese brebaje (la cafeína) es una peculiaridad genética no relacionada con la cafeína en el chocolate o el té.

“Es un accidente que ha quedado congelado ahí muy probablemente a causa de la selección natural”, dijo el biólogo Victor Albert, de la Universidad de Buffalo. Albert dijo que el estudio descubrió que la cafeína se desarrolló de forma separada en el café, el té y el chocolate porque está en diferentes genes en áreas diferentes del genoma de esas plantas.

Pero una vez que el café muta para tener cafeína, no solamente en el grano, sino que incluso más en las hojas, resulta ser algo bueno para la planta, ya que los insectos no mascan las hojas porque no les gusta la cafeína, pero a polinizadores como las abejas sí les gusta.
“Así que los polinizadores regresan por más, al igual que nosotros con las tazas de café”, dice Albert, que admite que también le gusta el efecto.

Más allá de estas puntualizaciones, el estudio realizado por más de 60 científicos de todo el mundo abre el camino a nuevas variedades de mejor calidad y más resistentes. “Esta secuenciación permitirá explotar mejor la gran diversidad genética de café y desarrollar las variedades correspondientes ante las demandas de los consumidores y los problemas de los productores”, dijo Philippe Lashermes, investigador del Instituto francés de Investigación y Desarrollo y uno de los principales autores del trabajo, publicado en la revista estadounidense Science.

El genoma del café contiene una de las mayores familias de genes vinculados a la producción de alcaloides y flavonoides, que inciden en las cualidades como su aroma y su sabor amargo. “Analizando el genoma del café y los genes específicos del grano hemos podido determinar aquello que hace que el café sea especial”, dijo Lashermes. Los investigadores señalaron que los trabajos tienen potencialmente “un impacto económico considerable para el sector”.

El equipo secuenció el genoma de un tipo de cafeto o planta de café conocida como Coffea canephora, o robusta, que representa cerca de 30% de la producción mundial.

Los investigadores destacaron que existen 126 especies registradas de cafetos en el mundo y que solo se explotan el arábica y la robusta.  


David Castillo Pecho

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