El primer
robot del mundo para buscar minerales en el fondo marino está ocioso en una
fábrica británica, esperando para buscar cobre de alta ley y oro en el fondo
del mar de Papúa Nueva Guinea cuando se resuelva una disputa sobre las
condiciones.
Más allá de Papúa Nueva Guinea,
en aguas internacionales, deben determinarse la regulación y los derechos para
buscar minerales en el fondo del mar. El mundo espera la decisión de una
agencia de Naciones Unidas con sede en Jamaica.
"Si podemos preservar el medio
ambiente, tenemos un horizonte nuevo por delante. El área marina más allá de la
jurisdicción nacional es el 50 por ciento del océano", dijo Nii Odunton,
el secretario general de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos de la
ONU (ISA, por sus siglas en inglés).
"Creo que la calidad es
buena, la abundancia es adecuada y creo que se hará dinero", dijo Odunton
desde las oficinas de la ISA en Kingston.
Los avances en alta tecnología,
la disminución de los minerales fáciles de encontrar en la costa y los precios
históricamente altos han estimulado la idea de la minería en el agua, donde los
minerales pueden tener quince veces la calidad de los depósitos que hay en
tierra.
En Newcastle, la
"bestia", como su ingeniero Keith Franklin llama a su máquina, con la
apariencia de un tanque sumergible con cuchillas de cuatro metros, está a la
espera.
Construido por Soil Machine
Dynamics (SMD), colocará a la compañía canadiense cotizada Nautilus Minerals
camino de convertirse en la primera empresa en comercializar la minería en
aguas profundas.
La principal fuente de recursos de Nautilus, el Solwara 1, es un depósito enorme de sulfuro en el suelo del mar a 1.500 metros de profundidad que forma respiraderos hidrotérmicos donde fluidos ricos en minerales salen a chorro desde grietas en la corteza oceánica.
La principal fuente de recursos de Nautilus, el Solwara 1, es un depósito enorme de sulfuro en el suelo del mar a 1.500 metros de profundidad que forma respiraderos hidrotérmicos donde fluidos ricos en minerales salen a chorro desde grietas en la corteza oceánica.
Equipado con cámaras y sensores
sónar en 3D, el robot será conducido por dos pilotos desde una sala de control
en un barco en la superficie, unido mediante un cable gigante de alimentación.
"Las cámaras no son suficientes ellas solas porque la máquina estará trabajando en los respiraderos donde sale hollín negro de la corteza oceánica y a veces será casi imposible ver nada", dijo Stef Kapusniak, director de desarrollo comercial de la minería en SMD. "El sónar en 3D permitirá construir imágenes y devolverlas a la sala de control".
"Las cámaras no son suficientes ellas solas porque la máquina estará trabajando en los respiraderos donde sale hollín negro de la corteza oceánica y a veces será casi imposible ver nada", dijo Stef Kapusniak, director de desarrollo comercial de la minería en SMD. "El sónar en 3D permitirá construir imágenes y devolverlas a la sala de control".
La máquina entonces hace pedazos
el suelo del mar y absorbe las rocas a través de una tubería para depositarlas
en montículos. "Como glasear una tarta", dijo Kapusniak. Otra
máquina, aún por construir, ayudará a succionar el mineral hasta la superficie.
Nautilus espera producir
80.000−100.000 toneladas de cobre y 100.000−200.000 onzas de oro, lo que
equivale a una mina modesta en tierra. Debería estar produciendo ya, pero los
desacuerdos con el Gobierno de Papúa Nueva Guinea sobre los términos
financieros lo han retrasado.
FUENTE: El Nacional de Chile.
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